Asma y disnea laríngeal
Aqui se trata del conflicto del recién nacido que llega a un mundo a la vez hostil y vital . Es el conflicto del pie negro repatriado a su pesar.
Órganos afectados:
– Músculos y nervios motores de los bronquios.
– Músculos y nervios motores de la laringe.
Existen dos tipos de asma:
– Asma bronquial: dificultad al exhalar.
– Disnea laríngea (laringe o tráquea): dificultad al inspirar.
Asma bronquial:
El asma es una dificultad para respirar al exhalar, en una disnea espiratoria (¡expiatoria!), uno solo puede contraer los bronquios con esfuerzo. En este caso, dejar que pueda entrar el aire viene a ser meramente la prioridad. Para encontrar la tonalidad o el color conflictivo, siempre debemos referirnos a la fisiopatología de una enfermedad.
¿Cuando se trata del asma de qué estamos hablando ? Los nervios son los que crean espasmo problemáticos en los músculos respiratorios (a los que se añaden a menudo problemas en las mucosas).
El cerebro ordena a los nervios que controlan los músculos de dos maneras: abrir y no abrir.
En el portal de entrada a la biología, encontramos dos entradas: neurológica y respiratoria. ¿Cuál es el posible conflicto de estas observaciones? Es similar a una esclerosis múltiple pero experimentada a nivel respiratorio, es una doble restricción. El cerebro da la orden de abrir y apretar al mismo tiempo; en el caso de la esclerosis múltiple, el cerebro da, por ejemplo, la orden intensa de ir a la derecha y a la izquierda al mismo tiempo.
Para los asmáticos, el espacio que quieren queda imposible, prohibido como por ejemplo, los pies negros que se marchan de Argelia y se ven obligados a ir a un lugar que rechazan (el apartamento en Francia que no quieren).
Con esta enfermedad, el cerebro da la orden doble, mediante los nervios y los músculos de los bronquios que :
Se abran: «Quiero este espacio de libertad, de comodidad…, pero me está prohibido o es simplemente imposible”,
Se cierren: “No quiero este espacio que me imponen, un espacio viciado, maloliente, aburrido, ruidoso, restrictivo…”
La tonalidad central del conflicto es: social
«ANHELO UN ESPACIO QUE NO PUEDO TENER Y SE ME IMPONE OTRO ESPACIO QUE NO QUIERO»
• «No quiero hacer mío este espacio que me rodea».
• «Prefiero mi aire al de los demás».
• «Deseo lo que no es, rechazo lo que es»;.
Asma bronquial con bronquitis productiva (mucosidad)
Cuando el asma es productiva, la persona tiene un sentimiento adicional que es: el miedo a la muerte, el miedo a quedarse sin aire por asfixia (conflicto de los pulmones). Para el cuerpo, es necesario liberar los conductos bronquiales de cualquier obstrucción. Las glándulas de los conductos bronquiales producen más mucosidad para expulsar lo asfixiante, esa es su función: evacuar polvo, cacahuetes, amenazas de muerte…
A veces, es el propio ataque de asma el que provoca ese miedo a la muerte asfixiante y el ataque de asma se ve reforzado por el miedo a que no llegue el aire (lo que se convierte en un conflicto autoprogramativo).
Asma bronquial seca:
Un conflicto adicional y encontrado frecuentemente es : «Quiero demostrar que estoy vivo»;. De hecho, una respiración ruidosa, aunque angustie o moleste en cierto modo, de otra manera biológica e inconsciente tranquiliza: «mientras respire, estoy vivo, y al mostrarlo ruidosamente a la otra persona, le digo que estoy vivo»;.
Este es el ejemplo de una mujer que da a luz a un bebé que nace muerto. Màs adelante surge un segundo embarazo, y teme que también muera este nuevo bebé. Para su mente inconsciente, su cerebro biológico, escuchar la respiración de su bebé confirma que está vivo. Esto es el sentido biológico. Una madre que ha tenido un bebé que ha nacido muerto, en cuanto tiene a otro hijo, observa al nacer si respira y si lo hace con fuerza. Tiene que oír la respiración de la otra persona, o su propia respiración, para saber que está vivo. Cuando respiro fuerte, oigo mi respiración o escucho la respiración que me tranquiliza.
Existen a dos formas de asma. El asma bronquial con dificultad para exhalar y la forma disnea laríngeal (laringe o tráquea) con dificultad para inspirar. El conflicto de los bronquios combinado con conflicto laríngeo crean el ataque asmático más importante, es la enfermedad asmática, un asma doble, a la vez inspiratorio y espiratorio. Cuando los conflictos se resuelven, el asma para.
El ataque asmático puede ser la expresión de la crisis épica del conflicto. Así, aunque el proceso de sanación esté lanzado, el foco cerebral se activa de nuevo un determinado período de tiempo .
En realidad, el asma puede producirse en dos momentos distintos: durante la fase activa del conflicto, o bien , durante la breve crisis épica, la cual equivale a una breve recaída de la fase activa. La convulsión alcanza su punto máximo durante la crisis épica, como el de la epilepsia.
La cortisona alivia el asma. El centro de control de la corteza suprarrenal suele bloquearse cuando aparece un gran peligro vital. La necesidad de cortisona es entonces muy alta: de ahí su importancia en los casos de edema laríngeo con riesgo de asfixia (se requiere una receta médica para conseguir los corticoïdes)
A veces una persona experimenta tanto un conflicto de miedo como un
conflicto de separación
Cuando se resuelve el conflicto de separación, se produce un eczema (una dermatostis), con una posible alternancia entre ataque de asma- eczema (según la actividad conflictiva de uno u otro). La alternancia se produce porque hay dos conflictos que se solucionan a veces de uno, a veces el otro
Resumen:
“Estoy separado del espacio que quiero, me asalta el espacio al que me someten”.
Miedo a la muerte : «Tengo que demostrar que estoy vivo».
Crisis épica.
Punto pedagógico: conducta terapéutica y calibración
En el transcurso de este tipo de sesiones, el paciente debe entrar de lleno en sus emociones, asociarse con sus recuerdos, vivir sus emociones sin darles sentido ni recursos. Sólo es cuestión de sentirlo todo.
Para ello, debemos trasladarlo al momento del shock, volverle a asociarse con el problema. Aquí es donde comprobamos sus recursos internos, de lo contrario corremos el riesgo de mantener un capricho:
«si me hubiera podido quedar en Argelia y la guerra nunca hubiera sucedido…», ¡uno no habría tenido asma, por supuesto!
Pero hay que ponerle de cara a la realidad osea : en el barco que lleva a Francia o en el vientre con el mortinato unos meses antes, etc.
¿Qué se siente?
¿Qué está pasando en ese momento?
Cuando hay emoción, uno se mete en ella, se asocia a ella, llora, grita. Para mí, el gran recurso es estar dentro, volver al problema, revivirlo, acompañado de la benevolencia de un terapeuta. Y esto se hace para los acontecimientos desencadenantes. Cuando uno tuvo los últimos ataques de asma, ¿qué ocurrió justo antes?
Cada vez que uno siente angustia, tiene un ataque de asma. La angustia, ¿dónde y cuándo está? ¿A qué momento, dónde? Tenemos que ser específicos.
Entonces, siempre se debe buscar el biochoque de programación. Tan pronto como se inicia el trabajo terapéutico, el cuerpo reacciona, responde, se expresa. Siempre lo hace. Corresponde al terapeuta, al profesional, captar eso, observarlo: es la calibración biológica.
– Si la persona es respiratoria, jadeará, sentirá opresión en el pecho, opresión en la garganta, falta de aire o simplemente no podrá respirar por completo. Entonces la persona dará un gran suspiro de alivio.
– Si la persona es cutánea, se rascará tal o cual parte del cuerpo.
– Si es sanguínea, se pondrá roja, se sentirá caliente.
– Si es renal, querrá orinar.
– Si es digestiva, eructará o los intestinos gorgotearán.
Todos tenemos una forma de estar en el mundo, una forma orgánica y biológica que es incontrolable pero observable. Estas formas nos informan directamente sobre las actividades y mensajes subconscientes.